Higiene íntima: Lo que necesitas saber
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Aprende cómo cuidar tu zona íntima sin irritaciones, sin productos agresivos y sin complicarte la vida.
La higiene íntima es importante, sí… pero nadie nos contó que “demasiado” también puede ser un problema. La industria quiere venderte mil jabones, espumas y perfumes, pero tu vulva (y la zona íntima en general) es mucho más sabia de lo que imaginas.
¿Qué significa entonces una higiene íntima realmente saludable? Aquí te lo explico con calma, claridad y sin dramas.

1. Usa solo agua tibia
Hoy existen cientos de productos para “cuidar la zona íntima”, pero la mayoría contienen perfumes o ingredientes que dañan tu flora vaginal. La mejor opción siempre será: agua tibia y nada más.
La vagina cuenta con su propio equipo de limpieza natural: los lactobacilos, bacterias buenas que producen ácido láctico y mantienen un pH saludable entre 4 y 4.5. Si usas jabones perfumados, alteras este equilibrio y aumentas el riesgo de infecciones como la candidiasis.
Tip de la experta: si tienes piel sensible, evita cualquier producto que diga “aromático”, “refrescante” o “antibacterial”. Esos suelen ser los más agresivos.
2. Evita las toallitas íntimas
Así como sabemos que las toallas faciales acumulan bacterias, lo mismo pasa con las toallas para “limpieza íntima”. Si aun así decides usarlas, lávalas muy bien y desinféctalas frecuentemente.
Lo ideal es limpiar suavemente tu vulva, sin tallar y sin productos innecesarios. Tu piel te lo agradecerá.
3. Siempre límpiate de adelante hacia atrás
Un clásico, pero por algo lo repiten los ginecólogos. Siempre limpia de adelante hacia atrás. De lo contrario, puedes llevar bacterias intestinales hacia la vagina, aumentando el riesgo de infecciones.
Esto también aplica durante encuentros íntimos: no alternes entre zonas sin lavar manos ni cambiar condón.
4. Después del sexo: una ida al baño salva vidas
No será lo más sexy, pero sí es lo más saludable: orinar después del sexo ayuda a eliminar bacterias que pudieron entrar al tracto urinario, reduciendo el riesgo de infecciones urinarias.

5. Usa ropa interior de algodón
La lencería sintética puede verse increíble, pero no siempre es la mejor opción para el día a día. Este tipo de telas atrapan humedad y calor, creando el ambiente perfecto para hongos y bacterias.
El algodón es transpirable y mucho más saludable para tu vulva. Lo mismo aplica para los salvaslips sintéticos: suelen impedir que la humedad natural salga, causando irritaciones y malos olores.
Consejo práctico: si usas protectores diarios, cámbialos por bragas menstruales de algodón o protectores 100% algodón. Tu piel lo va a agradecer y tu bolsillo también.
6. Higiene íntima masculina: también importa
La higiene íntima no es un tema exclusivo de mujeres. Los hombres también deben cuidar su zona genital con agua tibia y evitar productos con perfumes fuertes.
Si no hay circuncisión, es importante retirar el prepucio durante la limpieza para evitar acumulación de esmegma, una mezcla natural de células muertas y secreciones que, aunque normal, puede generar olores y ser foco de bacterias.
Pero ojo: los hombres circuncidados también deben limpiar diariamente. La responsabilidad es igual para todos.

En resumen
La mejor higiene íntima es la más simple. Tu zona íntima no necesita jabones perfumados ni rituales complicados; necesita equilibrio, aire y suavidad. Y sobre todo: necesita que confíes más en ella y menos en la publicidad.
Cuídala con cariño, no con obsesión.
Firmado: Ana Lucía Herrera
Educadora sexual y asesora de bienestar íntimo en SensaLove