¿Masturbación cuando tienes pareja? ¡Por supuesto que se puede!
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Durante años, hablar de autosatisfacción era casi como confesar un crimen. “Eso no es normal”, “eso es para gente sola”, “si tienes pareja ya no necesitas eso”. Por suerte, esos mitos ya quedaron atrás.
Hoy sabemos que la masturbación no solo es parte natural de la vida sexual, sino que también puede convivir perfectamente con una relación amorosa. De hecho… puede incluso mejorarla.
La sexóloga Cornelia Kardel, de la asociación Pro Familia en Hamburgo, lo dice sin rodeos: “masturbarse es completamente normal, incluso dentro de una relación estable”.

Masturbación y relación: placer y relajación sin culpa
Cuando alguien descubre a su pareja masturbándose, es común que aparezcan ideas como “¿ya no le gusto?” o “¿algo estamos haciendo mal?”. Pero en la gran mayoría de los casos, no significa nada negativo.
La masturbación y el sexo cumplen funciones distintas: una es intimidad contigo misma(o), la otra es intimidad compartida. Una es relajación y autorregulación; la otra, conexión emocional y física.
Y seamos sinceras: después de un día eterno de trabajo, juntas interminables o estrés acumulado, a veces tu cuerpo solo quiere desconectarse un momento sin necesidad de performance, coreografías o entusiasmo extra.
¿Por qué alguien en pareja seguiría masturbándose?
Hay mil razones válidas, por ejemplo:
- Diferencias en los niveles de deseo.
- Menstruación o molestias físicas.
- Estrés, cansancio o falta de energía.
- Tiempo limitado para encuentros íntimos.
- Necesidad de conectar con el propio cuerpo.
Lejos de ser una amenaza, la masturbación puede evitar frustraciones y mantener vivo el deseo, tanto individual como en pareja.
Tip de la experta: si te intimida hablar de masturbación con tu pareja, empieza compartiendo algo pequeño: un pensamiento, una curiosidad o una experiencia positiva. La comunicación honesta transforma todo.
Masturbarse fortalece el sexo en pareja
Lejos de competir con el sexo, la autosatisfacción puede mejorarlo. ¿Por qué?
- Te ayuda a conocer más tu cuerpo.
- Identificas qué te funciona mejor y qué no.
- Te permite comunicar tus deseos con claridad.
- Fortalece la seguridad corporal.
Como dice Kardel, “algunas personas descubren masturbándose la mejor forma de alcanzar el orgasmo”. Y eso, cuando lo llevas a la relación, es realmente un plus.

¿Y si me da celos? ¿O si me siento reemplazada(o)?
Es completamente normal sentir dudas o incomodidad al principio. Lo importante es hablarlo desde un lugar de calma, curiosidad y cero juicios.
Lo único que podría generar un problema es cuando la masturbación se vuelve sustituto absoluto de la vida sexual en pareja. Pero mientras exista comunicación y ambos se sientan atendidos… todo está en orden.
¿Qué hacer si alguna vez sorprendo a mi pareja?
Respira. Y recuerda: no es una traición, no es un rechazo y no es un indicador de que ya no te desean. De hecho… podrías incluso convertir ese momento en una oportunidad de intimidad.
Haz una pregunta suave, ríete un poco, pregúntale si quiere compañía. O simplemente dale su espacio. No todo tiene que ser un drama de telenovela.
Para terminar
Masturbarse mientras estás en una relación no rompe nada: al contrario, puede enriquecerlo todo. Y sobre todo, te mantiene conectada(o) contigo misma(o), con tu placer y con tu capacidad de comunicar lo que deseas.
La clave está en la honestidad, la confianza y el respeto mutuo. Todo lo demás… es ganas de disfrutar.

Firmado:
Ana Lucía Herrera
Educadora sexual y asesora de bienestar íntimo en SensaLove