¿Qué es el sexo lento o slow sex?

Pareja en cama practicando sexo lento con ternura

¿Has escuchado hablar del sexo lento?

Cuando hablamos de juego entre parejas, es complicado quedarse corto de opciones: existe un mundo de posibilidades ,libros, blogs, estudios, acerca de todo lo que es posible. Entonces, ¿qué podemos elegir? ¿Conoces el sexo lento o, en inglés, slow sex? Si tu respuesta es “no”, es momento de que lo descubras. Aquí te explicamos por qué vale la pena y cómo practicarlo.

¡Rápido, más rápido, más rápido! ¡Un orgasmo!

En la vida diaria —en el trabajo, en casa— todo se hace de manera precipitada, rápida y acelerada. Buscamos resultados inmediatos, y este sentido de urgencia marca nuestro ritmo de vida. ¿El resultado? Queremos replicar lo mismo en la cama. Pensamos únicamente en llegar al orgasmo, olvidando completamente el camino que nos lleva hasta él (una verdadera pena). Pareciera que la búsqueda del orgasmo a cualquier precio nos hace olvidar el instante… Pero entonces, ¿qué pasa si tomamos nuestro tiempo? ;) 

Lento pero seguro

Entonces, ¿qué es exactamente el slow sex? Es una práctica no tan alejada del sexo tántrico, que consiste en vivir el acto sexual en plena consciencia, para alargar el placer y, sobre todo, vivirlo con más intensidad. Ir despacio te permite concentrarte en tus sentidos y los de tu pareja. Significa tomarte el tiempo para sentir cada caricia, cada emoción, olvidarte de los complejos y de los problemas del día a día. En otras palabras, reconectar el cuerpo con la mente… y dejar todo lo demás a un lado.

Suena bien, ¿no? Pero claro, es más fácil decirlo que hacerlo. Aquí te compartimos algunos consejos para empezar a practicarlo:

El sexo lento no se trata de durar más, sino de sentir más. Es reconectar con el momento, el cuerpo y la respiración compartida.

1. Crea una atmósfera para desconectarte de la rutina

Comienza desconectándote del mundo exterior. Apaga los aparatos que te recuerdan el trabajo o las obligaciones: el celular, la televisión, la radio, tu smartwatch… todo lo que pueda distraerte. Una vez libre de distracciones, crea un ambiente que estimule los sentidos: velas, perfumes, música suave, aceites para masaje… prepara un espacio cálido y acogedor que invite a la intimidad.

Velas romanticas friends escena

2. El sexo lento es ideal para relajarse

¡Relájate! Mientras más relajada estés, tu cuerpo podrá percibir con mayor intensidad lo que sucede en el momento. Quizá sea la parte más difícil, pero existen tácticas para lograrlo, como coordinar la respiración con tu pareja o meditar juntos unos minutos. Puede parecer extraño, pero cerrar los ojos y sincronizar la respiración durante un par de minutos es suficiente para conectar y calmar la mente. Inténtalo.

Pareja besandose lentamente slow sex

3. Lento, pero activo

“Lento” no significa “sin acción” ni “aburrido”. Se trata de tomarse el tiempo con tu pareja y sentirse en conexión, variar los ritmos y hacerlo en plena consciencia de cada sensación. Un buen truco es alternar entre movimientos suaves y otros más intensos. Recuerda: el objetivo es concentrarse en aumentar las sensaciones de placer más que en llegar rápido al orgasmo. Lo mágico es que, si ambos llegan, la experiencia será completamente distinta… e infinitamente más profunda.

¿Sexo lento o no tan lento?

Tal vez estés pensando: “toma mucho tiempo, y yo no tengo tiempo”. Y sí, el sexo lento no es una práctica para todos los días, ni tiene que serlo. Pero puede ser una carta más dentro de tu sexualidad: una opción distinta que te permite explorar una forma más íntima, pausada, divertida y consciente de conectar con tu pareja… o contigo misma.


Prueba practicar el slow sex la próxima vez con tu pareja —o incluso sola— y descubre cómo cambia tu manera de sentir el placer. 🌸

Firmado: Ana Lucía Herrera
Editora de bienestar y placer femenino en SensaLove

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