¿Qué es el squirt y cómo sabes si has tenido uno?

Muy probablemente has escuchado hablar del squirt, o tal vez has visto un video viral en TikTok donde aseguran que necesitas beber litros de agua para lograrlo (spoiler: no, no funciona así). Hace unos años, este tema sonaba a mito o exageración, pero hoy se habla abiertamente, y muchas mujeres sienten curiosidad por descubrir si pueden experimentarlo. Pero… ¿realmente sabes qué es el squirting o cómo reconocerlo?

¿Qué es el squirt?

Vamos por partes. Squirt significa literalmente “chorro”, y en términos simples, el squirting es la expulsión de un líquido transparente, similar al agua, que puede producirse durante la excitación sexual, justo antes o durante el orgasmo. No se trata de algo que se “fuerza”, sino más bien de una reacción natural del cuerpo a un nivel alto de placer.

En otras palabras, es una forma (bastante espectacular) en la que tu cuerpo dice: “estamos llegando al clímax, cariño”.

¿El squirting es lo mismo que la eyaculación femenina?

La respuesta rápida: no. Aunque ambas ocurren en momentos de placer, no son exactamente iguales. Te explicamos la diferencia para que no haya confusión:

Squirting

Es un fluido transparente, generalmente sin olor, que se expulsa por la uretra. Puede contener trazas de orina diluida, pero su composición es diferente: se produce como una reacción involuntaria del cuerpo ante una estimulación intensa del punto G o la excitación profunda.

Eyaculación femenina

Se produce antes, durante o después del orgasmo, pero proviene de las glándulas de Skene, ubicadas cerca de la uretra. El líquido es más viscoso y blanquecino. Ambas experiencias pueden coexistir o no ocurrir siempre, y todas son perfectamente normales.

¿Todas las mujeres pueden tener squirting?

Sí. Según estudios y sexólogas como Mariah Freya, todas las mujeres tienen la capacidad física de lograr el squirting, aunque no todas lo experimentan. Algunas investigaciones sugieren que entre el 15% y el 55% de las mujeres lo han vivido al menos una vez. Pero no lograrlo no significa que haya un problema: el placer no se mide en chorros.

El objetivo nunca debe ser “llegar al squirting”, sino disfrutar del proceso, conocerte y explorar lo que te hace sentir bien. La obsesión por conseguirlo puede bloquear justo lo más importante: la conexión contigo misma.

¿Cómo se puede practicar o estimular el squirting?

El punto G suele ser la clave. Está ubicado en la pared frontal de la vagina, a unos 3-5 cm de la entrada. Una forma clásica de estimularlo es con la técnica conocida como “ven aquí”, usando uno o dos dedos doblados suavemente hacia adelante. Este movimiento estimula la zona interna del punto G, generando una sensación de presión (similar a querer orinar, pero no lo es).

Si lo practicas con tu pareja, asegúrate de mantener comunicación constante, usar lubricante a base de agua y explorar sin prisa. Si lo haces sola, respira, relájate y permítete sentir. Puedes colocar una toalla debajo y enfocarte más en disfrutar que en alcanzar un resultado específico.

Juguetes que pueden ayudarte a explorar

Si te interesa conocer mejor tu cuerpo o estimular el punto G de forma cómoda, hay juguetes que pueden acompañarte en este proceso sin presiones ni expectativas. En SensaLove creemos que el placer es una forma de autocuidado, y que elegir un juguete debe sentirse como un regalo, no una tarea.

Satisfyer Pro 2

Ideal para mujeres que están comenzando su camino en la exploración íntima. Utiliza ondas de presión que estimulan el clítoris sin contacto directo, permitiéndote disfrutar de sensaciones suaves y envolventes. Perfecto si quieres relajar tu cuerpo y dejar que la excitación fluya naturalmente.

Satisfyer Pro + G-Spot

Combina succión y vibración, estimulando simultáneamente el clítoris y el punto G. Si tu curiosidad te lleva a experimentar el squirting, este modelo puede ser un gran aliado. Su diseño ergonómico facilita encontrar ese punto exacto de placer sin esfuerzo, y lo mejor: lo puedes usar sola o en pareja.

Recuerda: el objetivo no es lograr un “resultado”, sino disfrutar el camino. Ya sea que experimentes el squirting o no, lo importante es vivir tu sexualidad con libertad, humor y sin tabúes.

El squirting no es una meta, es una posibilidad. A veces llega cuando menos lo esperas, cuando dejas de pensar tanto y simplemente te permites sentir.

El placer no se mide, se vive

No hay una fórmula mágica para el squirting, pero sí hay una verdad: cada cuerpo es distinto. Algunas mujeres lo experimentan, otras no, y ambas experiencias son igual de válidas. Masturbarte, explorar, relajarte y conocerte sin prisa son los ingredientes esenciales. Y si un día sucede, celebra el momento. Si no, disfruta igual: lo importante es que tú seas quien decide cómo y cuándo sentir.

Firmado: Ana Lucía Herrera
Editora de bienestar y placer femenino en SensaLove

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